1 feb 2010
CAT'S CRADLE
(o "some secrets were meant to be told")
22:55 |
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Tras andar y andar por ese bosque extraño llegaron al sitio que estaban buscando. Era una pequeña clariana, donde alguien había colocado estratégicamente unos troncos que formaban un circulo perfecto. Daba una sensación extraña, como si alguna fuerza sobrenatural invadiera ese espacio.
Siguieron el ritual que se debía seguir para entrar, y se sentaron en el centro donde había una caja vieja. Ella la cogió, mientras sus amigas le contaban su historia.
Esa caja llevaba allí años, la gente guardaba en ella sus secretos más profundos, historias oscuras o curiosas, cosas que el mundo no podía saber.
Ella la abrió, y empezó a leer las cartas que la gente había dejado allí, dirigidas a ellos mismos, dirigidas a desconocidos. Todas tenían algo especial. Empezó a impregnarse de la vida de esas personas y a sentirse parte de algo mágico. Y entonces supo qué debía hacer.
Sacó el cuaderno que llevaba en la mochila, y empezó a escribir. Escribió su historia, la de ellos, escribió todo lo que no le había dicho nunca a él ni a nadie. Lo escribió todo, absolutamente todo. Y lo guardó en esa caja, cómo habían hecho tantos antes. Pero en su caso había algo distinto, y es que a la historia le faltaba un final, pues su historia, la de ellos, sólo había hecho que empezar, y nadie sabía cómo iban a acabar las cosas.
Así que se dijo a ella misma que algún día volvería a ese rincón del bosque, quizás años más tarde, pero algún día volvería, aunque fuera solamente para acabar su carta, para ponerle un final.
Eso sí, ese final era algo que ninguno de los dos era (aún) capaz de imaginar.
.
Siguieron el ritual que se debía seguir para entrar, y se sentaron en el centro donde había una caja vieja. Ella la cogió, mientras sus amigas le contaban su historia.
Esa caja llevaba allí años, la gente guardaba en ella sus secretos más profundos, historias oscuras o curiosas, cosas que el mundo no podía saber.
Ella la abrió, y empezó a leer las cartas que la gente había dejado allí, dirigidas a ellos mismos, dirigidas a desconocidos. Todas tenían algo especial. Empezó a impregnarse de la vida de esas personas y a sentirse parte de algo mágico. Y entonces supo qué debía hacer.
Sacó el cuaderno que llevaba en la mochila, y empezó a escribir. Escribió su historia, la de ellos, escribió todo lo que no le había dicho nunca a él ni a nadie. Lo escribió todo, absolutamente todo. Y lo guardó en esa caja, cómo habían hecho tantos antes. Pero en su caso había algo distinto, y es que a la historia le faltaba un final, pues su historia, la de ellos, sólo había hecho que empezar, y nadie sabía cómo iban a acabar las cosas.
Así que se dijo a ella misma que algún día volvería a ese rincón del bosque, quizás años más tarde, pero algún día volvería, aunque fuera solamente para acabar su carta, para ponerle un final.
Eso sí, ese final era algo que ninguno de los dos era (aún) capaz de imaginar.
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4 comentarios:
best movie ever (to be recorded)
Si la caja fuera la vida, y las cartas recuerdos, cada una sería de una persona, no escrita para nosotros si no por nosotros...De ahí que algunas no acaben nunca, y otras no vuelvan a abrirse jamás.
;)
Quisiera nadar entre secretos para encontrarme y decirme lo mucho que me gusta el final. Nadaría la eternidad.
Sin presiones ;)
Duermo mejor de día, vivo mejor de noche.
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