8 feb 2010
REPARANDO
(o "please use my body while i sleep")
18:46 |
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Había un niño con una habilidad especial: era capaz de coger cualquier juguete roto, inservible, y conseguir repararlo.
De alguna manera podía ver en ellos qué era lo que no funcionaba. O más bien era capaz de ver lo que había dejado de funcionar. Porque no cogía nunca juguetes con defectos de fabrica, no, sentía una especial atracción por esos juguetes que cuando estaban nuevos funcionaban perfectamente pero que luego alguien, por descuido o por mal uso, había acabado por romper. De alguna manera, lo que le gustaba era reparar el daño que otros habían causado, no se muy bien cómo lo hacía, pero podía conseguir que los juguetes le abrieran el alma, y él era capaz de ver allí que era lo que tenía que arreglar.
Pero el problema era que el niño, simplemente con arreglarlos, no conseguía ser feliz. Le encantaba saber que podía reparar cualquier cosa, y como más difícil era más se entregaba a ello, pero una vez conseguía que el juguete estuviera como nuevo, no obtenía la satisfacción que cabría esperar. Le aburrían esos juguetes perfectos.
Con lo que al final el niño volvía a romperlos, eso si, ni por descuido ni por mal uso, sino con total intención de destrozarlos hasta un punto en que nunca nadie, jamás, pudiera volverlos a arreglar.
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De alguna manera podía ver en ellos qué era lo que no funcionaba. O más bien era capaz de ver lo que había dejado de funcionar. Porque no cogía nunca juguetes con defectos de fabrica, no, sentía una especial atracción por esos juguetes que cuando estaban nuevos funcionaban perfectamente pero que luego alguien, por descuido o por mal uso, había acabado por romper. De alguna manera, lo que le gustaba era reparar el daño que otros habían causado, no se muy bien cómo lo hacía, pero podía conseguir que los juguetes le abrieran el alma, y él era capaz de ver allí que era lo que tenía que arreglar.
Pero el problema era que el niño, simplemente con arreglarlos, no conseguía ser feliz. Le encantaba saber que podía reparar cualquier cosa, y como más difícil era más se entregaba a ello, pero una vez conseguía que el juguete estuviera como nuevo, no obtenía la satisfacción que cabría esperar. Le aburrían esos juguetes perfectos.
Con lo que al final el niño volvía a romperlos, eso si, ni por descuido ni por mal uso, sino con total intención de destrozarlos hasta un punto en que nunca nadie, jamás, pudiera volverlos a arreglar.
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7 comentarios:
ainacore ets amor <3
arreglar cors trencats.. això seria genial..
per l'altra banda he pensat en heroes xD
Thant's not fair, there're more children who want the toys...
Did he ever thought about the toys?
The fact is to know if the boy really deserved that power.
... pues el niño creció y descubrió que la imperfección es bella y cuando los juguetes le abrían el alma simplemente les amaba tal como eran... igual que a una gatita negra que tenía una oreja caída y era absolutamente preciosa.
A pesar de todo el niño siempre sera igual hasta que llegue el dia que encuentro alguien parecido a el o un juguete indestructible, entonces se dara cuenta de que sera bonito volver a jugar con aquellos viejos juguetes que arreglo tiempo atras...
wiiiiiiiiij m'encantes mr.anonimo destructivo <3
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